

Pero previamente, la noticia estuvo en la juerga nocturna que se celebro en la previa del encuentro en casa del Chicharito, flamante fichaje de la temporada que al igual que Benzema, Cassano o Anelka se ha ido deshinchando desde el principio de la temporada.
La mala hierba en el vestuario azulón celebraba su cumpleaños, y pese a la recomendación de varias de las vacas sagradas del equipo por guardarse en sus domicilios para afrontar con garantías el encuentro, no fue así; varios jugadores fueron sorprendidos por Alexei Dudek al más puro estilo Lopera. Lamentable la imagen de algunos jugadores como “The killer”, que acudía por segundo día consecutivo a una fiesta nocturna, siendo más puntual en sus citas con los cubatas que de cara al gol. La tragedia se mascaba en el ambiente, la gente remoloneaba en torno a sus vasos de cerveza y licores variados. “Cuenta con mi hacha” se oía decir a un motivadísimo Rai que no contaba con el golpe del destino. Como si del encantador de perros se tratara, el arquero recogió a todos los integrantes del equipo y los desalojo entre empujones de la casa del mejicano, pese a los insistentes (y ciertamente gays) comentarios del jugador, enfatizando el amor por cada uno de los presentes y su total compromiso con el equipo para afrontar el partido.
No lo hizo, y como una chica que conoces una noche de copas y te da un número de teléfono falso, el ariete dio esquinazo a un equipo ojeroso y necesitado de sus piernas al menos para descansar unos minutos fuera del terreno de juego.
No sería la única sorpresa, ya que según se aproximaban los jugadores a las instalaciones deportivas, una densa niebla se cebaba con ellos. Giusseppe Meazza barruntaba Il Capitano minutos antes del inicio del partido. El campo estaba como le gustaba al capitán, nublado, húmedo e incierto; perfectas condiciones para esconderse entre la niebla y reaparecer con sus puillas clásicas.
Con todas estas sensaciones comenzó el encuentro. Minutos de toma y daca, sin demasiada profundidad en las áreas, pero con mucho control y toque por parte del conjunto azulino. Las ocasiones comenzaron a sucederse, y Fer, conocedor de las críticas que le iban a acechar por la noche salió enchufadísimo, desperdiciando algunas ocasiones clarísimas. Preguntado con posterioridad su respuesta fue clara: “No me gustan los goles bonitos, no van conmigo. Siempre fui un marrullero, y como tal, o lo meto con una púa o no juego. Se lo debo al Pippo”.
Y sí, apareció; su corta carrera, su rara posición de tiro y su puilla. Ahí entraba el primer tanto del AAB, casi llorando, como la reacción de Mora al ver que ese balón se colaba rastreramente entre las piernas del arquero. No hubo grandes aspavientos ni grandes celebraciones, se levanto, apuntó con sus índices al cielo y gritó: “Pippo mío”. Por fin cumplió, ya nadie le criticaría en la cena.
El dominio azulón era apabullante, nunca había dominado tanto el conjunto azulón, y ese dominio se transformó en el segundo gol. Zurriagazo señores. Ahí estaba entre la niebla cañoncito Bam Bam, y haciendo honor a su apodo se saco un zapatazo desde 25 metros que se coló en la portería de un sorprendido portero visitante. Lo celebró discretamente el central, quizás afectado aún por la fiesta de la noche anterior, sin darse cuenta de que era el primer gol que regalaba al equipo.
Con estas comenzaron a entrar en juego los contrabandistas del equipo. Rai Rai y Rojas, la doble R se sacrificó subiendo y bajando la banda, siendo el primero el que tuvo más cerca el gol tras conectar un gran disparo que se marchó por poco, y un remate un tanto forzado que no encontró gloria. Debió ser inspiración, pero con la confusión de la niebla el arquero Dudek a punto estuvo de anotar su primer gol tras un saque en largo que se envenenó.
Pero la gloria estaba reservada a otro hombre cuestionado. Javito “The Killer” por fín vió puerta. Y qué gol. Los más viejos rememoraron por un instante el gol de Ronaldinho al Sevilla en sus primeros partidos. El espigado delantero arrancó desde el medio campo y tras otear la posición del portero conectó un disparo que tras dar en el larguero y botar sobre la línea quiso ser justo y meterse tímidamente en la portería. 3-0 antes del descanso y los jugadores cuestionados cumplían sobre el papel, quizás por el miedo a la cena.
Con estas los visitantes se reactivaron, y en un lanzamiento de falta colocaban el 3-1 antes del descanso tras un gran disparo que se coló en la escuadra.
En la reanudación el equipo azulón se encerró atrás, y esto les paso factura. Las pocas ocasiones de las que gozaban intentaban culminarlas de las maneras más inverosímiles. Taconazos, tijeretas, regates imposibles…. El AAB se crecia y desperdiciaba sus ocasiones. Lo pagarían caro. Otro lanzamiento de falta y tras un error en la marca de Rojas el delantero remata de cabeza a placer, salvado en primera instancia por el arquero, pero su rechace lo cabeceó a la red el mismo jugador. Pero marcarle goles a los azulinos no es gratuito, y en ese planchazo, Bam Bam quiso despejar y se llevo la cabeza del contrario. “Sí, sí, sí, te he dado sí” es todo lo que pudo decir ante los gritos de dolor del rival. Solo le falto añadir… ¿Te duele? Pues te jodes.
Con estas terminó el partido, sin más ocasiones de peligro.
El crack: Fer “Il Capitano” Mora. Anotó fiel a su estilo, y mira que es difícil meterlos así.
El dandy: Javi “The Killer”. Marcó un gran gol y participó activamente hasta la extenuación. Le robaron un cambio y lo sufrió.
El sucio: Alex “Cañoncito” Baeza. Su rival puede corroborarlo. Pateo de cabeza nuevo deporte olímpico.
¡Vaya día!: Andrés “el galgo” Rojas. Falló en el ataque y se comío una falta vendiendo al portero. Día gris para el correcaminos.
El político de la semana: Diego “Cacique” Baeza. Su miedo a recibir el ¡vaya día! despistando la atención de un servidor le otorgan este premio. Auténtico pánico cogió el zaguero a la crónica.
Premio Mágico González: Roy “Chicharito” Elizondo. Se emborrachó, se durmió y dio plantón al equipo cuando más lo necesitaban. Las vacaciones servirán para que reflexione.